Toxicidad

Resultado, más o menos nefasto para un organismo vivo, de la acción que pueden ejercer las sustancias químicas que entren en contacto con él. Se habla de sustancia tóxica cuando, tras la penetración en el organismo a través de la vía que sea (en dosis apropiadas, en una o varias veces muy próximas entre sí o en pequeñas dosis repetidas durante mucho tiempo) provoca, inmediatamente o tras una fase de latencia más o menos prolongada y de forma pasajera o duradera, problemas en una o varias funciones del organismo, lo que puede desembocar en la supresión completa de dichas funciones y provocar la muerte (se habla entonces de toxicidad letal). Se distingue entre la toxicidad aguda (que causa la muerte o desórdenes fisiológicos importantes, inmediatamente o poco tiempo después de la exposición), la subaguda (efectos debidos a dosis más pequeñas, los cuales se producen a corto plazo en órganos diana y que, a veces, son irreversibles) o la crónica (que causa efectos irreversibles a largo plazo por la absorción continua de pequeñas dosis de contaminantes, o efectos acumulativos).