Riesgo

Acción de ir a bañarse, es decir, de sumergirse en el agua, incluso sin nadar en ella. Las direcciones departamentales a cargo de la salud pública vigilan las «zonas de baño». En el derecho comunitario (y en el francés), se consideran como «aguas de baño».

Metodología que permite evaluar los peligros de la dispersión de contaminantes en los diferentes compartimentos ambientales (aire, agua, sedimentos, organismos vivos).

Sustancia (muy a menudo, una proteína) extraña al organismo humano y que puede provocar una alergia cuando penetra en él (vías posibles: ingestión, picadura, inhalación...). Los alimentos de origen marino (crustáceos, pero también moluscos, a menudo de concha; e incluso pecados, a menudo escómbridos y gádidos) contienen alérgenos a los que son sensibles ciertos consumidores. Pueden darse reacciones cruzadas entre ciertos alérgenos.

Diferencia acumulada entre la evapotranspiración potencial (evaporación del suelo y transpiración de la vegetación) y las precipitaciones durante un periodo en el que estas últimas son inferiores a la primera.

Estimación de la cantidad de una sustancia presente en los alimentos o en el agua potable, expresada en función del peso corporal (mg/kg o µg/kg de peso corporal), que puede ingerirse cotidianamente durante toda la vida sin riesgo apreciable para la salud.

Cantidad de una sustancia química que puede ingerir un ser humano o un animal al día, a lo largo de su vida, sin riesgo apreciable para su salud. En concreto, se establecen valores para los aditivos alimentarios y los residuos de pesticidas cuya presencia en los alimentos responde a necesidades técnicas, o que son necesarios para la protección de las plantas.

Ciencia que tiene por objeto la identificación y el estudio de las sustancias susceptibles de dañar a los organismos vivos.

Efectos nocivos sobre el individuo en fase de desarrollo que pueden derivarse de una exposición antes de la concepción de uno o de ambos progenitores, o de una exposición durante la fase de desarrollo prenatal o postnatal y hasta la fase de maduración sexual.

Resultado, más o menos nefasto para un organismo vivo, de la acción que pueden ejercer las sustancias químicas que entren en contacto con él. Se habla de sustancia tóxica cuando, tras la penetración en el organismo a través de la vía que sea (en dosis apropiadas, en una o varias veces muy próximas entre sí o en pequeñas dosis repetidas durante mucho tiempo) provoca, inmediatamente o tras una fase de latencia más o menos prolongada y de forma pasajera o duradera, problemas en una o varias funciones del organismo, lo que puede desembocar en la supresión completa de dichas funciones y provocar la muerte (se habla entonces de toxicidad letal). Se distingue entre la toxicidad aguda (que causa la muerte o desórdenes fisiológicos importantes, inmediatamente o poco tiempo después de la exposición), la subaguda (efectos debidos a dosis más pequeñas, los cuales se producen a corto plazo en órganos diana y que, a veces, son irreversibles) o la crónica (que causa efectos irreversibles a largo plazo por la absorción continua de pequeñas dosis de contaminantes, o efectos acumulativos).

Medida de los efectos de un peligro sobre un territorio. Por tanto, la importancia de un riesgo depende del peligro, pero también de los elementos que están expuestos a él (poblaciones, bienes y entorno) y de su vulnerabilidad. No hay riesgo cuando el territorio expuesto a un peligro está desprovisto de elementos humanos, materiales o ambientales que pueda sufrir daños.